domingo, 7 de junio de 2009

UN JARDÍN

Y así nació …mientras me recorrías con tus besos. Te abracé sobre el barro, y las telas de mi cama se llenaron de capullos. Y vos tan verde. Tus espinas húmedas, la resina, el polen dulzón de tus esquinas. Hiedra sobre la almohada, pájaros en tu espalda. Ruidos y colores llegan a tu encuentro. Te llenaste de ramas, de frutos. ¡Tu sexo! ¡Tu savia! De entre las aguas que te bañan se asoma la manito de este sol. Estás tan bella, hermosa como el río, serena. Y en nuestros brazos late este pequeño corazón.



Juan Manuel Marinaro

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