lunes, 19 de abril de 2010

LA MUJER PERFECTA

El hombre en la puerta,
golpea firme,
me ofrece un catálogo,
la mujer perfecta,
me dice.

No se arrepentirá
alardeó seguro.
No hay quién se haya quejado,
ensamble nomás
sin problema alguno.

Y ahí está,
sobre el sofá,
no para de llorar,
no para de gritar,
no la aguanto mas.

Devoluciones de 8 a 12
dice la etiqueta,
en letras bien chiquitas
debajo de una teta.

El hombre en la puerta,
golpea firme,
se la lleva de una vez.
¿Sabrá dios qué carajo es
una mujer perfecta?


Juan Manuel Marinaro